miércoles, 7 de mayo de 2008

PRÓLOGO

Miguel Antonio Rodríguez Cabrer
Embajador


El honor de ser solicitado para prologar una obra importante es como estar presente y certificar el nacimiento de un miembro de una familia real, pues con esta invitación el autor me hace un convite a avalar el nacimiento de otro de sus hijos de sangre azul: sus queridos libros. Agregaré que este modesto prólogo es producto de la amistad y la deferencia que nos profesamos mutuamente.

Nos conocimos en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, en el año académico 1985-1986, cuando empezaba a dar mis pasos dentro de la enseñanza universitaria y el autor estudiaba su carrera de Licenciado en Derecho. Esa relación profesor-alumno se convirtió en una gran amistad, que con el transcurrir del tiempo pasó a ser un vínculo familiar.

Prologar un libro titulado “Las nuevas fichas del tablero internacional”, por esta “vieja ficha del patio nacional”, es la solicitud que proviene de una mente exquisitamente ingeniosa, que a la verdad sólo ella sabe lo que se propone. Así es el autor, un hombre enigmático y lleno de sorpresas.

La portada del libro, muy significativa por sí sola, desde que la tuve en mis manos me sugirió ciertos visos de semejanza a la portada original de la famosa obra de Thomas Hobbes: “El Leviathan” (1651), que nos muestra ese monstruo mitológico emergiendo de las aguas por encima de la ciudad, con su anatomía formada por cuerpecillos humanos, tocado de una corona, y sosteniendo con los brazos extendidos en su mano derecha la espada del monarca y en su izquierda el báculo papal, y acompañado bajo su regazo, haciendo un paralelismo entre el poder secular y el religioso, imágenes del Castillo y la iglesia, la corona y la mitra, los cañones del soberano y los rayos de anatema y maldición de la excomunión, y los botines de guerra con tridente y silogísticos, significando “la concentración del poder en el monarca de ese estado laico y eclesiástico llamado Commonwealth”, esbozado en esa obra clásica de la corriente absolutista.

Meditando sobre la portada de “Las nuevas fichas del tablero internacional”, en la que aparecen los rostros de las personalidades internacionales más llamativas de la política internacional que han concentrado el poder político, económico y religioso mundial de los últimos cincuenta años, ha llegado a mi mente un viejo principio denominado la “Responsabilidad Internacional”.

Este principio fundamental, bastante antiguo por cierto, el cual erigiera a Grocio, -considerado junto a Francisco de Vitoria como uno de los padres del derecho internacional-, como el fundador de la primera concepción jurídica de éste. Es por esa razón, que me atrevo a cuestionar, con el mayor respeto, la prevalencia del mismo en el mundo contemporáneo, y ¿sí los líderes que aparecen en la misma han sabido guiarse de este importante principio ético-político, cuando han tomado decisiones que de una manera u otra trascienden y afectan la legitimidad de la comunidad internacional con sus actuaciones?. Este es el primer ejercicio que nos deja el autor para ser descubierto por nosotros mismos. ¡Vaya tarea!.

Nuestro nuevo tablero internacional nos trae una serie de conceptos que son naturalmente ajenos al derecho internacional clásico, los cuales son analizados y estudiados por la novel corriente del derecho internacional moderno, conceptos tales como paradiplomacia, dilema de la desigualdad, globalización y antiglobalización, Protocolo de Kyoto, Matrícula Consular, los no alineados, Bolivarismo, nacionalismos internacionales, entre muchos otros de diversas estirpes.

Todos estos nuevos conceptos me han llevado a querer interpretar nuevamente a nuestro autor. ¿Es que quizás él nos quiera llevar a pensar en los fundamentos del derecho internacional clásico?, tal como aquello de que “los Estados por desiguales que fuesen en su potencia, en sus posibilidades políticas o en su importancia económica o militar, se asemejan al menos en una cosa, aunque sea la única: son iguales entre sí en cuanto a la soberanía”. La igualdad soberana es la base sobre la cual el Estado puede desarrollar libremente sus relaciones con otros Estados dentro de la esfera del derecho internacional público, entendiéndose que la libertad consiste en la facultad de decidir entre varias posibilidades ofrecidas por el orden legal.

Cabe hacer referencia en este punto, al antiguo principio utilizado por los griegos, especialmente por Clístenes cuando estableció en Atenas como principio básico “la isonomía”, que primigeniamente era “igualdad de los derechos políticos”, pero cuya conceptualización ha sido gradualmente reemplazada por la de “igualdad ante la ley”.

Sin lugar a dudas, se nos está pidiendo que confrontemos al derecho internacional clásico con el derecho internacional moderno. Sutilmente se nos induce a reflexionar frente a este nuevo camino dentro del derecho de gentes y se nos quiere llevar cuidadosamente de la mano a conocerle. Es un encuentro de lo antiguo y lo moderno.

Este texto que hoy prologamos es un esfuerzo que realiza un joven autor dentro de un medio como el nuestro donde existe un estado históricamente caracterizado, desde el mismo momento del surgimiento de nuestra nación, por una ausencia de institucionalidad y sus limitaciones vinculadas a las miserias morales y económicas propias del subdesarrollo.

Plasmar en esta publicación, “Las nuevas fichas del tablero internacional”, los temas que se tocan, es verdaderamente un acto de valor, que se constituye en un valioso aporte a la bibliografía dominicana, pues es conocido que la diplomacia ha sido considerada como un espacio destinado a responder a los compromisos políticos y familiares, impidiendo con esta práctica que se pueda concebir y aplicar, por aquellos profesionales especialistas en el área, una política exterior, -que es la que realiza el Estado para lograr en el orden internacional los objetivos políticos de la nación y que como todas las políticas, consiste en un arte que merced a principios y reglas establecidas, orienta y dirige la acción exterior del Estado-, coherente con nuestros intereses estratégicos y geopolíticos.

Nuestro autor no es un neófito en el campo de la diplomacia ya que, además del aval académico en el área y su experiencia en el quehacer diplomático, tiene diversas obras en la bibliografía nacional especializada de esta área, tales como: Reformas del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Los Tratados Internacionales, Régimen Jurídico de los Agentes Diplomáticos y Consulares, y Cumbres Iberoamericanas de Jefes de Estado y Gobierno, publicaciones estas realizadas por la Escuela Diplomática y Consular de la Secretaría de Estado de Relaciones Exteriores durante mi gestión como Director hace ya algún tiempo, y las cuales han venido a llenar gran parte del vacío existente de este tipo de textos.

Con esta nueva publicación de Miguel Reyes Sánchez, en la que se advierte una visión innovadora acerca de las relaciones internacionales en el mundo contemporáneo, se trascienden nuestros linderos insulares para proyectarse en el entramado del escenario internacional, para que en el mundo sepan que en nuestro país se sigue con interés esos nuevos conceptos que mueven en la actualidad el tablero internacional.

Recibamos con alegría y complacencia este nuevo libro de mi entrañable amigo Miguel Reyes Sánchez, un versado de estos temas y de otros también, que se ha sabido manejar con prudencia, inteligencia y habilidad en el delicado quehacer de la producción literaria.

Con este aporte, “Las nuevas fichas del tablero internacional”, se ha contribuido a llenar espacios bibliográficos de los que adolecemos dentro de la diplomacia nacional, y ya que nuestro autor ha sido coherente con su vida y óptica de los asuntos internacionales, debemos felicitarnos de que nuestro país tenga aún estudiosos con el talento de Miguel Reyes Sánchez.

Esta ficha nacional cree haber cumplido con lo encomendado, intentar prologar esta obra, y es por eso que regresa a la placidez y tranquilidad de su patio nacional, del cual fuí sustraído a jugar en un entablado muy exigente como lo es éste: “el tablero internacional”.

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